Sorpresa

Rápidamente una semana había pasado y Steven estaba completamente feliz con su nuevo empleo y era porque ya no se desgastaba tanto ni física ni mentalmente, podía ir ahorrando para la escuela de Layla y principalmente, podía pasar más tiempo con su pequeño tormento.

Ese día, se encontraba revisando unos archivos que Sharon le había entregado antes de salir casi corriendo a una reunión que tenían esa mañana, cuando un enorme hombre de largo cabello castaño, con unas gigantescas, algo exageradas, gafas de sol y vestido de manera muy chick, se acercó a su escritorio carraspeando para llamar su atención;

-bueno días. - saludó Steven con una enorme sonrisa viendo cómo el otro lo veía por sobre sus lentes de sol, los cuales se veían muy costosos - ¿En qué puedo ayudarle?

-necesito ver a Carter de inmediato- dijo con tono presuroso, pero aun mirándolo como si lo estuviera estudiando

- ¿tiene cita?

-es de suma importancia que vea a ese quisquilloso ser en este instante. Además de que no necesito una cita para verle

-disculpe, pero no le puedo permitir el ingreso si no tiene una cita, ya que el señor Carter se encuentra bastante ocupado el día de hoy- el hombre se quitó sus lentes y le miró con molestia

- ¿acaso no sabes quién soy, nuevo?

-lamento decirle que no, señor...

-Fletcher… - soltó ofendido -soy...

- ¡Don! - escucharon en ese momento la voz de Marc quién iba entrando a su oficina sosteniendo dos pequeñas tazas con helado - ¿Qué haces aquí?

- ¿dónde demonios estabas, bastardo? Llevo mucho tiempo buscándote y sabes que mi tiempo es muy limitado

-hey, no te molestes. Salí por un helado para mí y para Steven. – contestó, dejando una de las tacitas que llevaba sobre el escritorio del rubio quien lo miró sorprendido -Chicle ¿cierto?

-cómo es que… - comenzó a decir Steven cuando el otro los miró molesto. Marc tomó eso y vio al secretario que tomaba la tacita con vergüenza

-Stevie, este de aquí es Donovan Fletcher, nuestro director de publicidad y el encargado del área de diseño- el rubio se levantó ruborizado y extendió su mano hacia el otro quien la tomó con modestia

-disculpe, yo no sabía- soltó cuando el otro negó

-me imagino que este tonto de aquí no te lo dijo. Aunque me resulta extraño que Emily no te haya informado de mí, chico

-me dijo que debía presentarme a las cabezas de los departamentos, pero no ha tenido tiempo

-además que Em y Sharon salieron temprano. – agregó el azabache comenzando jalar al otro del brazo -Pero, ven. Vamos adentro y me cuentas a que tengo el honor de tu visita en mi oficina, es muy raro verte bajar de tu trono para visitarme y menos subir hasta mi piso

-no vengo a jugar, Carter. Tenemos una emergencia

-bien. - el más bajo empujó al otro dentro de la oficina y miró al secretario -No me pases llamadas por el momento, Stevie. Gracias

-sí, señor- el azabache sonrió y se adentró hacia su oficina mientras que el rubio soltaba un suspiro y sin más, comenzaba a comerse el helado que estaba comenzando a derretirse sobre su escritorio.

Unos minutos más tarde, dentro de la oficina, Donovan se movía de un lado a otro terminando de hablar mientras que Marc solo lo miraba de manera neutral;

-estas consciente de que si no participamos perderemos audiencia en nuestro proyecto de videojuegos y también inversionistas ¡¿verdad?! - decía el castaño continuando con sus movimientos -Además, de que él estará ahí y no podemos quedar mal con su empresa ni con él

-el que Jeff Miller este ahí o no, no es un problema- contestó Marc de manera tranquila

-sabes que si lo es y sabes porque

-el verdadero problema, mi amigo, es que Lockley no está en el país y no creo que pueda asistir a la expo de diseño con nosotros

- ¡por esa razón vine a verte, tonto! – gritó el otro, haciendo que su grito se escuchara por toda la oficina, asustando incluso al rubio que estaba subiendo unos informes - ¡No tengo a Lockley en mi equipo en este momento, porque tu decidiste enviarlo a ese lujoso lugar a representarnos!

- ¿no hay algún otro diseñador que pueda ayudarnos para la expo? Tu equipo es bastante grande, tal vez Zee pudiera…

-esta con permiso de maternidad, la muy egoísta decidió tener un bebé- susurró en voz baja mordiéndose un poco el pulgar

- ¿London?

-odio como trabaja y lo sabes

- ¿los gemelos Lau?

-fuera. - ambos suspiraron cansados -Sabes que, si o si debemos ir a esa expo, Carter. Nuestro nombre como la mejor empresa de diseño está en juego y sabes que no quiero perder contra Miller Designe, no de nuevo

-creo que tengo la persona adecuada para esto, aunque Em se enojara mucho conmigo. – el azabache tomó su teléfono y marcando un número esperó un momento -Stevie, necesito que vengas de inmediato a la oficina- dijo viendo como el otro lo miraba con duda pero levantándose de su sitio.

. . .

Steven se encontraba entrando a su casa aun sorprendido por lo que su jefe le había pedido. De verdad no creía lo que le había dicho y mucho menos su nueva asignación.

¿De verdad podría con eso?

El rubio estaba pensando en lo que había pasado, cuando sintió a alguien abrazarse a sus piernas y comenzar a pincharle el muslo;

-Lay- dijo con una enorme sonrisa al ver el puchero de su pequeña niña

-te estoy hablando papi, - dijo la niña separándose y cruzándose de brazos - ¿Por qué no me respondías?

-lo siento, mi amor. - respondió el rubio agachándose y tomando a su niña en brazos llenándole el rostro de besos que la hacían reír -Papá tenía algo en la cabeza y no te escuche

- ¿una chica? - preguntó Sam acercándose y sonriendo ante la negativa del otro

-no es una chica, es…

- ¿un chico? - preguntó Layla haciendo que los dos adultos la vieran sorprendidos, hasta que el moreno comenzó a reír haciendo sonrojar al rubio

-no es así, pulguita. – suspiró Steven acercándose a la sala y bajando a la otra -Mi jefe me pidió algo a lo que no me pude negar hoy y… estoy bastante asustado

- ¿tan malo es? - preguntó el otro dándole una taza de café que el rubio recibió con gusto

-no es malo, es solo… que quiere que haga unos diseños con temática de fantasía para la expo diseño que será en unas dos semanas

- ¡woow! Amigo, eso es estupendo

- ¡felicidades papi! - soltó la niña abrazando a su padre mientras este sonreía - ¡Papi hará bonitos dibujos!

-así es, pulguita. Solo que estoy algo nervioso

- ¿lo harás en tableta o deberás utilizar algún programa para hacerlo? – el rubio negó, recordando lo inteligente que era su niña

-ellos me darán el equipo, pero debo tener al menos el boceto a mano el viernes

-suena a mucho trabajo- comentó Sam viendo como el otro asentía

-parece que la expo tratara de fantasía y de cuentos míticos para niños y yo… recordé una pequeña historia que Sophie le contaba a Layla cuando estaba en su vientre, así que… creo que basare mi presentación en esa historia- sonrió viendo a su pequeña quien había tomado un libro y se había puesto a leerlo en el suelo

-eso sería hermoso y también seria lindo que la pulga lo tenga impreso para que lo pueda ver cuando quiera

-también pensé en eso y creo que haría muy feliz a Sophie

-lo sé

-algo huele a quemado, tío Sam- dijo la pequeña sin soltar su libro, cuando este se puso de pie de inmediato y corrió hacia la cocina

- ¡ay no! - soltó mientras corría cuando comenzó a sonar la alarma de humo del apartamento. Steven se puso de pie viendo como el otro abanicaba el humo por la ventana -Bien, ¿Quién quiere pizza?

- ¡yo! - soltó la niña poniéndose en pie y tomando su abrigo del perchero mientras que el otro lo miraba con reproche - ¿Qué?

-Layla comió pizza ayer donde mamá, necesita comer algo más sano. - soltó el rubio viendo los ojos de cachorro que ponían los otros dos, haciéndole suspirar -Mejor vamos donde Mina, al menos ahí comerá algo verde

- ¡Nuggets! - soltaron los otros dos saliendo por la puerta ignorando completamente lo que el otro había dicho.

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