Entrada la madrugada, Steven se acercó a su habitación para ver si su hija se encontraba bien, encontrando una imagen que lo lleno de alegría. Layla se encontraba acostada, durmiendo tranquilamente siendo abrazada por Emily, quien tenía una sonrisa de calma al tener a la niña en sus brazos. Algo dentro del rubio se movió, haciendo que sonriera con genuina felicidad;

-se ven tan felices. - escuchó un susurro detrás de él, haciéndolo sobresaltar -Lo siento- le dijo Marc cuando volteó a verlo

-me asustaste- susurró el otro dándole un poco de espacio al azabache que quería ver más de cerca

-hace tanto no veía esa sonrisa- susurró con cariño

-Layla hace mucho no duerme con esa paz

-vamos- dijo el menor comenzando a alejarse de la habitación y yendo hacia la cocina seguido de Steven, pasando por encima de Jake que estaba hecho una maraña de cobijas en el suelo de la sala.

Ambos se acercaron a la mesa de la cocina y se sentaron en silencio;

- ¿no podías dormir? - preguntó el de ojos oscuros