Will
Lancé las cosas sobre la mesa, ese maldito de Alan está escarbando donde no debe. Tras de que debo dejar que Camila esté cerca de él, ahora también este infeliz está metiéndose en donde no debe.
—Bueno —tomé mi teléfono e hice una llamada rápida—. Quiero que estén aquí lo más pronto posible, necesito un trabajo especial que solo ustedes saben hacer —ordené—. Les enviaré la foto.
—Claro jefe. Como ordene.
Colgué la llamada tirando el teléfono fuerte, cuando subí la mirada, ella estaba allí, con esa mirada inquietante.
—¿Qué estás planeando Will?
—¿Qué estás haciendo ahí Camila? ¿No deberías estar detrás de él?
—Ya te dije que me despidieron. Solo quiero saber que estás planeando, qué estás intentando hacer.
—Simplemente darle un merecido, a mí nadie me reta, de mi nadie se burla y queda así como si nada pasara. Te quiero decir que él tendrá su merecido porque él debe aprender que su lugar no es el mismo que el mío y no estamos a la misma altura.
—Es peligroso que hagas to