Hana contempló el lugar con recelo. Se escondía detrás de laespalda de su alfa; al estar unidos a través de la marca, este podía sentir elcúmulo de emociones que estaba sintiendo su omega. Adrián, como el caballeroque era, abrazó a Hana mientras liberaba un poco de sus feromonas para calmarla ansiedad de su omega y así se relajara. Unos pasos pusieron los pusieron enalerta, pero más a Hana, quien se escondió más en el cuerpo de su pareja. Apesar de que el olor de Adrián era fuerte, el de la persona que estaba enfrentede ellos la estaba debilitando por completo, lo que la hizo sentir mas nerviosade lo que ya estaba. Hana salió de su “hogar”, que eran los brazos de Adrián, yobservó al alfa que la miraba como si