-¿Pasas el día durmiendo? No puedo creerlo –dijo el detective abriendo la celda –Helen te envió almuerzo y Angie, una tarta.
-¿Qué crees que puedo hacer en este lugar? Para mí siempre es de noche –expuso incorporándose para recibir el vianda -¡Por fin, una comida decente! ¡Manjar de dioses! ¿Qué cuentas? –preguntó Phillips lamiéndose los dedos.
-¡No mucho! Papá se casará con Helen –dijo indiferente - …y yo le propuse matrimonio… a tu hija –masculló nervioso.
-¡Bromeas! –Exclamó molesto –de ti debí cuidar a mi hija ¿Cómo pudiste hacerme esto? –Preguntó alterado –ni siquiera he comenzado mi rol de padre –