Capítulo : Silencios y Preocupaciones
El aula estaba llena de murmullos cuando Verónica entró. Saludó con una sonrisa a algunos compañeros y buscó a Ismael con la mirada. Lo encontró sentado en su lugar de siempre, pero algo en su postura la alertó de inmediato. No hablaba con nadie, tenía los brazos cruzados y miraba fijamente su cuaderno sin siquiera tomar notas. Su expresión era tensa, como si estuviera molesto con el mundo entero.
Verónica se sentó a su lado con cuidado.
—Buenos días, Isma —saludó con suavidad.
Él apenas levantó la vista y le respondió con un leve movimiento de cabeza.
—¿Todo bien?
—Sí —respondió seco, sin intención de continuar la conversación.
Vero frunció el ceño. Sabía que algo andaba mal. Conocía a Ismael lo suficiente para notar que su silencio escondía más de lo que estaba dispuesto a decir.
Durante el resto de la clase, Ismael se mantuvo callado. Apenas respondía cuando le hablaban y parecía más concentrado en sus pensamientos que en la mate