Laura quedo paralizada al ver a su madre muy enojada con ella, algo que realmente era inusual. Su madre era una mujer comprensiva y siempre iba al dialogo. Aquel enojo la estremeció y la preocupo de manera infinita. —

—mamá lo siento mucho— dijo la joven al oír a su madre reprenderla— yo no sé qué me paso.

Como le iba a explicar a su madre ese sentimiento por ese hombre que ella aun no entendía. Solo tenía la necesidad imperiosa de estar cerca de él y compartir todo lo que ella es. Era algo nuevo y arrasador que no tenía ninguna explicación coherente.

—Ese hombre estuvo hoy muy extraño— dijo Mirian molesta— es como si supiera que tú eres infiel.

Laura trago.

—No es mi culpa— dijo la joven ahora molesta y mortificada— yo he tratado de salvar esta relación, pero él siempre me está dejando