El grupo que había escapado por la carretera fue recogido por los militares que custodiaban la zona y llevados a galpones de seguridad, donde registraron sus datos y escucharon las historias de lo sucedido.
Tania y Lucas se encontraban entre ellos. A ambos les daban los primeros auxilios.
Algunos de los sobrevivientes llegaron a toparse con turistas o camioneros y fueron trasladados a poblados donde se pusieron en contacto con la policía local o con la prensa.
Los hechos corrieron con rapidez en las redes sociales, levantando una intensa movilización hacia el lugar. No solo de militares y policías, sino también, de curiosos y periodistas.
Mientras Tania recuperaba el aliento, a la espera de que Lucas despertara, esa parte de la selva venezolana, que antes era tranquila y silenciosa, ahora parecía un caldero en ebullición.
Helicópteros de las fuerzas armadas del país sobrevolaban los cielos, grupos oficiales armados custodiaban cada una de las entradas y salidas de la región, el ejérci