Capítulo 54.
Erick mira una figura extraña entre la maleza, y su corazón se salta un latido al identificar que era Luciana, Erick en ese momento sintió que el alma regresaba a su cuerpo.
Erick corre desesperadamente hasta poder tener entre sus brazos a Luciana, se encuentra con los ojos cerrados y el cuerpo laxo.
— Luciana, por favor, por favor, — repetía Erick con los ojos enrojecidos— necesito que despiertes, por favor, abre los ojos.
Con desesperación había comenzado a moverla una y otra vez hasta que consiguió que finalmente ella reaccionara
Un suspiro de alivio salió del fondo de su ser, sonoro y sincero
— Gracias a Dios — susurró Erick.
— ¿Dónde estoy? ¿Qué sucede?— cuestionó Luciana con un tono de voz ronco, mirando hacia todas partes pero no podía enfocar demasiado, la oscuridad le quitaba visibilidad además que tenía un fuerte dolor en la cabeza que no le dejaba pensar con claridad.
— Dime ¿cómo te llamas? ¿Qué es lo que recuerdas?— Erick quería hacer una prueba antes de inundarla con i