Capítulo 19.
La mujer imponente que se encontraba caminando decidida por mantenerse en calma a pesar de sentir que su interior estaba absolutamente inquieto, éste momento era el prudente para terminar con todo de una vez por todas.
Su teléfono comenzó a vibrar y ella no tardó en responder esa llamada de un número sin registrar. No era necesario que ella atendiera sólo debía esperar.
— Señora…— La voz del interlocutor estaba fría y calculada para no mostrar sentimiento alguno— hemos sido atacados, y todos los de la misión han perdido la vida. Además…
— ¿Qué?
— No llegamos a tiempo se quiere iniciar una investigación oficial, pero voy a enterrarla, no se preocupe.
Un silencio sucedió a esto y la mujer se había impacientado, sin poder contener su impaciencia preguntó.
— ¿Y el paquete?
— Lo hemos perdido.
La rabia que inundó a la mujer que sólo pudo controlarla al momento que escuchó cómo se estampaba su teléfono en la pared y quedaba hecho pedazos…
— Malditos inútiles, pero será momento del plan