Capítulo 116.
El tiempo estaba en contra y Mauricio estaba ansioso, desde que había firmado ese contrato estaba con el sentimiento de tener el cielo en la punta de los dedos.
Se mantiene preparando cada uno de los detalles él mismo, todo debía ser perfecto..
— ¡Josefina! — Llamó al ama de llaves.— La pobre mujer corrió al escuchar el grito desesperado.
— Si señor— Se inclinó justo frente a él, así como el señor lo exigía, desde que el se había hecho el hombre de la villa, todos tenían que cumplir varias exigencias excéntricas.
Entre ellas inclinarse al llegar frente a el, no darle la espalda o incluso no hacer ruido cuando él no los necesite, todos los trabajadores se habían vuelto fantasmas en ese lugar.
— ¿Ya tienes el caviar almas preparado? — Estaba nervioso ante todo lo que estaba invirtiendo en esta fiesta, pero este tipo de excentricidades eran las que la gente acostumbrada a tener el mundo a sus pies estaba acostumbrada.
— Si señor.
— ¿Y el bourbon? Solo quiero que nos sirvan ese licor a é