[Pregunta sin ofender, ¿el cuñado no va?]
Tadeo al ver el recordatorio de las fotos, se dio cuenta de golpe, ¡ah cierto, aún no se había tomado fotos con Ana!
Ahora eran apenas las siete y media.
¿Ana ya se habría levantado?
Tadeo salió a buscar a Ana.
Casi inmediatamente después de que tocó el timbre, Ana vino a abrir la puerta.
Su outfit de hoy era muy casual, cabello negro y piel de nieve, camiseta negra entallada, pantalones holgados de cintura alta, mostrando una sección de cintura que se podía abarcar con una mano, de un blanco casi cegador.
Su aura era relajada y despreocupada, solo con pararse ahí ya era el centro de atención de cualquier multitud.
Tadeo la halagó dulcemente:
—Ana, eres literalmente un maniquí, te ves bien con cualquier cosa.
Ana ya estaba acostumbrada a este tipo de comentarios. Hoy ella manejaría, desde aquí hasta los Vargas había aproximadamente cuarenta minutos de camino.
Cuarenta minutos después.
El auto blanco se estacionó firmemente frente a la mansión d