Antes de que Cristian pudiera decir nada, Rebeca oyó que alguien se acercaba a saludarlo y miró de reojo, encontrándose con la mirada de Natalia.
Natalia estaba en medio de una ligera sonrisa cuando sus ojos se enfriaron por completo en el momento en que vio a Rebeca.
Con solo una mirada, retiró los ojos, esbozando una ligera sonrisa hacia Cristian como si Rebeca no existiera, y se disponía a hablar con Cristian cuando este sonrió y miró hacia Rebeca, tomando la iniciativa: —Esta es la señorita Mena, Rebeca, ¿te gustaría conocerla?
En esta frase, Cristian insuaba tres cosas.
Primero, era amigo de Rebeca.
Segundo, sabía de la enemistad entre ella y Rebeca.
Tercero, dejar claro su posición, entre ella y Rebeca, él estaba del lado de Rebeca.
Natalia no se había dado cuenta hasta entonces de que Cristian y Rebeca se conocían y estaban muy unidos.
No sabía exactamente cuál era su relación.
Pero si Cristian había dicho eso, ¿cómo podía Natalia seguir sin saber a qué se refería?
Ella se burló