Samantha.
Laim y yo espermos a Otto sentados en una banca mientras comemos un helado qué compramos en un puesto cercano.
-mamá.
-si Liam.
-¿y si tus padres no me quieren?
Escucho la voz de Liam apagada y sé que es una preocupación que tiene desde que le dijimos que pasaríamos a saludar a mis padres, lo abrazó por los hombros y le doy un casto beso en el cabello.
-no digas esas cosas Liam ellos te van a querer mucho
-¿como lo sabes?
-no lo sé pero los conozco bien y son buenas personas, ya deberíamos de contarte el cabello lo tienes muy largó.
-me lo quiero dejar crecer asta los hombros.
-bueno si así lo quieres esta bien mi pequeño cachorro.
-mamá ya no soy un niño.
-siempre serás un niño para mi.
Comienzo a darle mimos a Liam apesar de sus protestas, ya se siente todo un adulto pero oara mi siempre será ese cachorro qué le gustaba andar desnudo por la casa rodante.
-Samantha.
La voz de Otto llama nuestra atención y me percató de que biene asía aquí.
-S