CARISSA BRITOS
Salgo de la habitación como una cobarde. Aún mi chico desconocido estaba tendido sobre la cama, completamente desnudo. Vuelvo rápidamente a mi penthouse y me dejo caer sobre la cama, soltando un grito de felicidad. Jamás en la vida imaginé que esto podría ser tan especial.
La primera vez que tuve relaciones sexuales no fue muy bueno, pero la segunda vez fue horrible y doloroso. Nunca descubrí el placer antes de esta noche y haberlo hecho es absolutamente liberador.
Por un momento dudé. Creí que tal vez yo estaría robando la voluntad de este hombre tan guapo, pero se que conseguí su perdón, también su consuelo y además que él disfrutó tanto como yo. Él fue totalmente un caballero y hasta me guió para que los dos pudiésemos disfrutar aún más nuestro primer y único encuentro.
Me siento tan liberada, sin él peso del abuso anterior en mis hombros. Me siento esperanzada con mi vida desde ahora. No imagino entregar mi cuerpo a otro hombre, mucho menos tener a alguien