Capítulo 4

Al día siguiente...

Kira...

Me despierto cuando alguien me llama...

- Mamá déjame dormir un poco más.... - Grito tapandome la cara con la almohada

- Señora, no es su madre. Soy yo Samira.

- ¡Dios mío! - Digo despertando poco después...

- ¡Hola Samira! Buenos días. - Digo levantándome y apoyando la espalda en el cabecero acolchado de la cama

- Sabah alkhayr sayidati! (¡Buenos días señora!). He venido a despertarte para que tomes tu wajbat aftar (desayuno). - dice Samira mientras camina abriendo las ventanas coloniales dejando sólo las cortinas blancas cerradas.

- Tengo mucha hambre. Espera, voy a hacer mi higiene y vuelvo enseguida. - Me levanto de la cama y me pongo las zapatillas de colores que me he traído del viaje.

- Yo te ayudo.

Al oír eso la miro seriamente y le digo al mismo tiempo que no lo necesita y me voy sin esperar su respuesta...

Entro en el baño principal, me doy una larga ducha, me lavo el pelo, me lavo los dientes y salgo poniéndome un albornoz. Al salir del baño vuelvo a ver ese carrito con comida lleno de: frutas, panes, mermeladas y el bendito té.

- Todo es perfecto, pero siempre falta algo. Tengo muchas ganas de café, pero no hay manera de pedirlo sola. - Pienso, sentándome y comiendo.

- Bueno... lo que queda es comer, aunque no es lo que he pedido. Pero, como tengo mucha hambre, no puedo negarme. Pero en cuanto termine iré a la cocina a buscar un buen café y también a dar una vuelta por este hermoso lugar. - murmuro para mis adentros mientras como pan con mermelada de arándanos.

Termino de comer y voy en busca de algo de ropa para ponerme. -¿Cómo voy a salir con esta ropa? - Pienso

- Creo que lo sé. - Chasqueo los dedos con una sonrisa en la cara

Cojo un vestido que es transparente... me llega hasta el pie. Cojo un pañuelo y me lo ato a la cintura y me lo bajo hasta la mitad de los muslos. Me miro en el espejo sonriendo y digo: - Es un conjunto a la moda.

Me acorto un poco las mangas y salgo de la habitación sonriendo....

Allá donde iba, la gente me miraba y abría los ojos. Pero luego bajaban la cabeza. Era hasta gracioso.

Salgo toda animada y veo a un chico. - Voy a pedirle indicaciones. - Pensé

-¡Hola! -se da la vuelta al verme y mira mi ropa, sus ojos se abren de par en par y sale corriendo por el pasillo diciendo las mismas palabras que Ali dijo ayer.

Alsayid 'amin hadha lays khata'ay, asf la taqtae rasi 'aw taqtae eayni

por allah. Ana la 'astahiqu 'an 'atalaqaa miayat jaldat 'aw 'ahtariq fi rukham aljahimi.

(Sr. Amin, yo no tuve la culpa. Perdóneme. ¡No me cortes la cabeza ni me saques los ojos! No merezco los cien latigazos ni arder en el mármol del infierno)

- Qué gente más rara... ¡No juzgues Kira, no juzgues! - Me digo a mi misma

Sigo caminando y a lo lejos veo a unas chicas con la cabeza cubierta que se me acercan diciendo: - ¡Hola!

Cuando se giran y me miran gritan al mismo tiempo: - ¡Por Alá señora! ¡Por Alá! - e inmediatamente empiezan a tirar de mi modelo hacia abajo.

- No, basta. - les digo enfadada.

Entonces oigo gritar a Samira:

- ¡Por Alá, señora! No puedes estar aquí desnuda así...

- ¿Qué? ¿Desnuda? ¿Dónde estoy desnuda Samira? - Pregunto sin entender

Viene hacia mí intentando quitarme el pañuelo para ponérmelo en la cabeza....

- ¡Basta Samira! - Hablo un poco más alto

Entonces se detiene y me vuelvo a poner el pañuelo haciendo de modelo.

Oigo la voz de Ali gritando en árabe:

- Madha yahduthu? (¿Qué está pasando?)

- Y, por supuesto, no lo entiendo.

Pero sólo tenía que verme y estaba en estado de shock. Y me quedé aún más en shock cuando le vi con los dos ojos morados.

- ¡Vaya, Ali! ¿Qué ha sido eso? - pregunto acercándome a él y sale de su trance corriendo y gritando.

Alsayid 'amin hadha lays khata'ay, asf la taqtae rasi 'aw taqtae eayni

por allah. Ana la 'astahiqu 'an 'atalaqaa miayat jaldat 'aw 'ahtariq fi rukham aljahimi.

(Sr. Amin, yo no tuve la culpa. Perdóneme. ¡No me cortes la cabeza ni me saques los ojos! No merezco los cien latigazos ni arder en el mármol del infierno)

- Mi santita, mi santita, si me das paciencia te beso tres veces.... - Pienso, intentando mantener la calma - ¿Qué le pasa? ¿Qué significa lo que ha dicho? - Pregunto sin respuesta como siempre

- Señora, venga rápido. - Samira se fue arrastrándome de nuevo a la habitación.

- Samira ¿qué pasa?

- Señora no puede salir vestida así, tiene que llevar la ropa tal y como está....

- No lo haré Samira, no lo haré.

- Señora tienes que entender que ahora eres uno de nahn (Nosotros).

- ¿Qué ha dicho? ¿Qué soy?

- Que estás en nuestro país y tienes que seguir como una mujer árabe.

- Pero eso no es correcto, porque yo no soy una mujer árabe Samira. Soy brasileña y soy un pájaro libre....

- Alsayidat alati tufakir (La dama pensante)

La miro enfadada cruzando los brazos mostrando que no entiendo.

- Le digo que tiene razón, señora, pero que puede seguir mientras esté aquí.

- ¡Está bien Samira! ¡Tú ganas! Ayúdame, o mejor, enséñame a usar el pañuelo.

- Velo señora...

- ¡Como quieras!

Después de contarme cómo se lo ponía y que no podía salir de la habitación sin él, fuimos a dar una vuelta por el castillo. Yo estaba encantada allá donde íbamos, me enamoré de la gran piscina y claro que voy a acabar en ella, pensé.

Mi ropa se estaba calentando y quería quitármela pero Samira no me dejaba en absoluto. Cuando terminamos el recorrido dentro del castillo, ella habla:

- Después de comer la señorita tendrá su primera clase de danza del vientre.

- Vaya, ¿en serio? Eso es genial Samira. Creo que esta danza es hermosa.

- Estoy segura de que te encantará. Somos un pueblo feliz al que le encanta bailar y celebrar.

- Ya me encanta todo. Más aún esta parte de fiesta, me encantan las fiestas.

Volvemos a la habitación e incluso acabo olvidando el café, pero al menos sé dónde está la cocina.

Llegó la hora de comer como siempre la comida era sana y tuve que comer solo en la habitación. Después vino Samira a recogerme para ir a la sala de baile que me dejó maravillada con cada detalle.

La profesora repasó todo, recibí varios cumplidos por aprender rápido y que todavía tenía un cuerpo bonito.

Ella dijo la siguiente frase en árabe y tenía sheik en el medio, por supuesto yo no entendía, pero Samira me lo explicó. Que estaba alabando mi cuerpo, sólo que no entendí la parte del jeque, pero como siempre ... No juzgues Kira, no juzgues.

alan fahimt sahr alshaykh , ladayha jasad jimil. (Ahora entiendo la fascinación del jeque, tiene un cuerpo precioso).

Y así transcurrió mi semana, clases y más clases de baile que me encantaban, también tuve algunas visitas a castillos, me impidieron ir a la piscina, tuve clases de árabe, mis comidas no salían sanas, hablaba con mis padres y amigos. Pero a veces era incómodo porque la llamada se cortaba o hacía ruidos raros en la línea que cortaban las conversaciones. Y mis fotos se cancelaron varias veces sin mucha explicación.

A veces también tenía la sensación de que me vigilaban, de que me controlaban como en Brasil todo el tiempo y de que me preparaban para algo muy distinto de lo que me habían dicho en la empresa. Pero son cosas de Kira Oliver.

El señor Ali apenas aparecía, lo veía de vez en cuando, su cara seguía magullada y aún no me había explicado cómo había sucedido todo.

Mi querido café que tanto deseaba tomar no me lo dieron y me dijeron que era una bebida prohibida en este país. Pero, para ser sincero, esto ya me molesta mucho.

No salgo sola, no hago nada sola si dejo que me den hasta un baño.

Pero voy a cambiar todo eso y ya basta de tratarme como a una prisionera. Pues yo soy un pájaro libre y nunca seré como las mujeres de aquí.

Mañana lo arreglaré todo... Aunque aquí esta semana hay prisa sin medida ni explicación.

El castillo se está preparando para la gran boda del jeque Amín, dicen que lo estaba preparando todo, pero tuvo que viajar de urgencia y dejó órdenes de cómo quería todo. Llegará el día antes de la boda. Ay, pobre chica.

¿Por qué digo eso?

Porque he aprendido de la tradición que ella sólo lo conocerá el día de su boda....

¿Te imaginas conocer a alguien y casarte con él el mismo día? ¿Y si es un tipo calvo y barrigón?

Dios no lo quiera... Por eso decido mi vida, no pienso en casarme a corto plazo y es más nunca aceptaría algo así.

Bueno... Voy a dormir un poco que mañana deben prepararse porque voy a causar muchos problemas en este castillo. Que me esperen. ¡A partir de mañana conocerán a la verdadera Kira Oliver!

Me tumbo en la cama, allí me duermo con mis recuerdos y la añoranza de mi familia.

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