El cementerio era un lugar frívolo y lleno de oscuridad, un lugar que podría decirse que representaba perfectamente el alma de Desmon
Aquella que consideraba que su hermano no parecía estar en compatibilidad con aquel lugar, era cálido, amable y sonriente
Todo lo opuesto, a lo que era él, todo lo que nunca espero ser, pero si admiraba, aquel que cada que veía su nombre en aquella lápida, sentía que su alma se dividía en dos
Aquel nombre no debería estar vivo, era el quien debía estar en aquel lugar, no su hermano, Desmon se sintió debatido, lleno de odio y sin fuerza
¿Cómo era que lo había pedido? Nunca se iba a perdonar, jamás, era su culpa, él no lo había cuidado como debía, no le había dado la seguridad que debió darle
Pero ahora, en aquel momento, no tenía más que dolor y arrepentimiento, mientras podría escucharlo con su sonrisa divertida decirle que no era su culpa
Que no debía sentirse tan mal, cosa que sabía que no era verdad, porque su hermano debía odiarlo, tanto como le lo