No sabíamos de donde venían los disparos, lo que si sabíamos era que no nos apuntaban a nosotros, la balas iban directas a los globos, que uno tras otro no dejaaban de explotar. Crucé una mirada rápida con Klaus, indicándole el trayecto hasta la casa, en pocos segundos y con más miedo que valentía, empujamos a todos dentro de la casa.
- Los teléfonos no funcionan - comentó Josh.
- Alejaros de las ventanas - comento Klaus.
Una luz blanco proveniente de una lintera nos iluminó descaradamente.
- Es increible que no me hayáis invitado a esa gran celebración familiar.
- Papà! - exclamaron Josh y Valeria al unísono. Por inercía, coloqué a Mía trás de mi.
- Esperaba un recibimiento mas cariñoso, la verdad. - dijo acercándose a nosotros , apuntándome con una pistola.
- Deja que se vayan, esto es entre tu y yo.- haciéndo caso omiso a mis palabras, observé como uno a uno ataba les manos con unas bridas a cada uno de los inviados.
- Movéros, Mia, tú y yo vamos a tener una charla en la pa