Isabella
Como loca estaba comenzando a guardar todo lo que traía conmigo el primer día que llegué a esta manada. En mi mochila iba los cambios de ropa, recuerdos y alguna que otra poción que Are me regaló. Según ella, las necesitaría.
Erickson estaba de pie en el umbral de la puerta de brazos cruzados y sólo teniendo la absoluta atención en mí. Seguía nerviosa, anoche después del desmayo desperté desorientada, pero volví en mis cinco sentidos al recordar todo. Llamé de nuevo a mi madre y le dije que regresaría al sig