Isabella
—Isa, me encantaría presentarte a tu profesor. Erickson Griffin.
Para ser una tarde tranquila, resultó ser lo contrario. Maxwell me trajo al patio trasero, solo para ver entrenar a Erick. Recuerdo perfectamente su cuerpo sudoroso al entrenar, admito que es tentación. Pero debo parecer lo más relaja e indiferente posible. Verlo frente a mí con el cabello húmedo y ese pecho agitado... mi mente piensa cosas calientes.
—¿Profesor?