Capítulo treinta y siete
Matar o morir
Rebeka continúa hablando sin parar y yo la sigo detrás a paso lento ignorándolo todo. No puedo explicar lo que siento, pero es la sensación más horrible que he experimentado nunca.
Entramos a la tienda y mi cuñada comienza a tomar prendas al azar para tirármelas encima y luego animarme a probármelas.
Es cuando estoy en el vestidor que mi móvil suena con una notificación. Medio desnuda, reviso la pantalla y entonces me encuentro con un mensaje que no tiene ni pies ni cabeza, pero me pone los pelos de punta.
"Pronto estaremos juntos, amor. Tú, los niños y yo, para siempre"
No tiene remitente y por supuesto, no conozco el númer