Narra Samara.
-Y...¿no la conoces?-pregunté por décima vez a mi único acompañante. Amón.
-¿Eres así de pesada siempre?-preguntó, irritado-Ya cállate y siéntate-bufé y me senté a su lado.
Estábamos en la sala de espera del hospital, esperando a la tal Aella, Elijah había ido a hablar con el doctor para que la dejarán ir con él.
-Oye, Amón-casi pude sentir como imploraba paciencia en su mente-¿Puedo preguntarte algo?-rodó los ojos y volteo su rostro hacia mí.
-Ya lo estas haciendo, Samara-suspir&ea