Malas decisiones

Mi relación con Lidia no era la mejor, ni con Jackson, hice cosas que los afectó, y ellos a mi, al principio creí que era una rivalidad, pero nunca fue así, todo lo contrario, estaba empezando a enamorarme de ambos hermanos Kevinsky, comprendía que me gustará Jackson, ¿Pero Lidia?, Ella era una chica, no podía involucrarme sentimentalmente con ella.

Mis padres lo hubieran entendido igual que el tío Roguert... Pero los del pueblo no, vivíamos en una comunidad tan cerrada que el mínimo error era juzgado de la peor manera, claro, quienes lograban salir del pueblo y romper las reglas eran como dioses.

Yo había cometido un error, uno del que me arrepiento bastante y me hace sentir frustrada, es mi delirio y mi mártir, aquí no hay castigos excesivos, eso no existe aquí, su método comienza con el terror psicológico, con la curiosidad y el miedo.

Y es lógico, teniendo miedo puedes frenarte, sentarte en una esquina a esperar a que amanezca y los monstruos huyan con el primer rayo de luz.

Pero no hay luz, todo es oscuridad, tinieblas y gritos agonizantes, y entre más te adentras más locura y terror te destroza.

Envidiaba a Lidia por tener la valentía de salir adelante, de enfrentar a la comunidad, de mantener su sonrisa aún cuando la regañan o reprimen, su calma jode al monstruo, y ella lo sabe, el animal no puede atacar si no se siente en peligro, ella es eso, EL PELIGRO DEL PROPIO ANIMAL. solo que el no se da cuenta

Aquel día por la mañana estaba decidida a comenzar a seguir el ejemplo de Lidia, ya estaba arta de no avanzar por miedo. Incluso estuve apunto de hablar con ella esa mañana.

—Estoy algo nerviosa, hoy quiero hablar con Adams, sabes..., Él es lindo y está entregado a dios, sus padres fueron con los míos para pedir mi mano, ¿Crees que puedo ser una buena esposa?— Iris una de mis mejores amigas hablaba con ilusión, ¿Acaso iba a casarse con tan solo 17 años? Estaba loca, aún no había empezado a vivir.

—Deberías centrarte en terminar la escuela, no puedes casarte aún, ¿Y si el muere?, ¿Y si te abandona? ¿De dónde piensas vivir?, ¿De limosnas o de ilusiones?—. Sus ojos se abrieron de golpe, jamás le había hablado con ironía

—Estas celosa de que yo me casare antes que tú, y en todo caso de que me deje o nos divorciamos, él me dejara una pensión, de hay podría vivir—. La chica se levantó de la mesa y se alejó.

Suspiro pesadamente resignado me a qué nada la hará cambiar de parecer.

Sentada a lo lejos estaba Lidia, era de mañana así que no perdía nada con acercarme, temia a que reaccionara mal, pero de alguna u otra forma debía confesarle lo que sentía por ella.

Además estaba consciente de que ella era bisexual al igual que Jackson, los dioses del libertinaje.

—Lidia—. La chica pelirroja me miró curiosa, no había rastros de Jackson por ningún lado.

—¿Emm?— La chica me dio una mordida a su comida.

—Quería hablar contigo de algo importante...—ella dejó de comer y puso su atención en mi, ¡JODER! era bellísima.

—¿Y bien?—. Me miraba con el ceño fruncido

—Se que no he sido la persona más amable contigo, al contrario, hemos sufrido múltiples discusiones y quería decirte...— La chica me oía atentamente con sus ojos verdes y un brillo que ¡Ahhh! Me volvía loca.

Pero mi intento de disculpa se vino abajo cuando la campana sonó, ella se paró y dijo que se tenía que ir, se despidió diciendo que hablaremos después.

Agradecia que después de esta hora tendría clases con ella, mi clase favorita, amaba verla con esos Shorts negros con bordes amarillos, sus piernas resaltaba, era la envidia de más de una en este instituto.

La profesora era algo gruñona, a veces lograba alterar a la misma Lidia, y eso no todos podían lograrlo.

Mis pensamientos estaban envueltos por un na chica pelirroja que no me percate de la situación. En el ambiente contrastando con los gritos de la entrenadora se escuchó una canción por todo el gimnasio.

-Apaga ese maldito celular Lidia -sentenció la profesora, estaba amargada, y dama miedo.

-¿Puedo contestar? - preguntó Lidia aguantando la respiración, se veía tan frágil.

-Que sea rápido - exclamó -

La curiosidad comenzó a invadirme cuando el rostro de la chica iba pasando por fases, desde aburrimiento al terror puro, quienes estaban cerca de ella y podían oír la conversación y estaban igual o peor que ella.

Algo malo había sucedió, una extraña sensación se instaló en mi pecho.

La chica se sobresalto, pego un pequeño grito asustada, ¿Pero que demonios? Las lágrimas estaban bajando por sus mejillas, estaba muy vulnerable.

Lidia salió corriendo con dirección a su casillero, no aguantaba verla mal, necesitaba ayudarla, no me importaba si moría, me daba igual debía ayudarla.

Me sorprendí cuando de su casillero sacó un arma, quería pegar un grito del susto pero no quería que se espantada.

Al llegar al bosque tomó el atajo al río era el lugar más desolado y tenebroso que había visto en el pueblo, regularmente siempre está lleno de mil lugares hermosos.

Tardamos 10 minutos en llegar al recóndito bosque, a la distancia la silueta de unos hombres, estaban tomando un Six de cervezas.

—¿Qué hacemos aquí?- pregunté asustada, de alguna manera parecía exigente mi tono de voz.

—Mierda Camille cállate o nos van a escuchar, además yo no te pedí que me siguieras, tu sola llegaste— Me sentía indignada, estoy arriesgando mi vida por ella ¿Y me trata mal?

—Mildi Cimilli cilliti — la imite tratando de aminorar el susto.

—Cállate— Puso su mano en mi boca, mi idiotez llamó la atención de los hombres.

-¿Quien anda ahí? - exclamó un hombre de figura alta y fornida.

Lidia termina siendo más rápida que esos sujetos sacando su arma y luego cargándola.

El sujeto se acercó a nuestro escondite, lidia todo por el suelo, estaba fascinada por su valentía y lo que estaba haciendo, yo no quería ensuciarme por lo que camine de puntitas hasta ella.

Jackson estaba tirado a un lado de otro chico, está tan sucios y parecía que no respiraba, de pronto comencé a sentirme mareada.

-Brug te has jodido maldito imbécil ni creas que puedes venir llevarte mi droga y verme la cara de estúpido, Estoy harto de tu imprudencia, Dominick y Christofer te quieren fuera, pero yo te quiero muerto-— Casi chillo cuando el hombre apunto al chico con enfado

La bala salió por el orificio de la pistola, estaba asustada, y mi temor aumentó cuando Lidia se interpuso en medio, recibiendo el impacto.

—Que tenemos aquí — El hombre la miraba como un animal a punto de devorarla — Lidia, al parecer el mundo está de buen humor conmigo, es un honor tenerte, si te vendo a N estará contento, Al fin la puta de su Chwaer nos honrará con su presencia

—Sera divertido acabar contigo para que le hagas compañía a tus padres - su voz cambió a una amenazante - Pero lastima, eres de chocolate, y no puedo acabar con tu mísera existencia, si fuera diferente ambos seriamos amigos.

Aarón tomó el arma se inclinó poniendo la boquilla del arma cerca de su frente, la loca de Lidia se acercó aún más poniendo su cabeza en el orificio, el hombre de 40 años la comía con entusiasmo iba a jalar el gatillo cuando la pelirroja se para dándome una patada en los huevos, el tipo cae,

Salí de mi escondite con miedo, debía hacer algo, pero los hombres se percataron de mi presencia apuntándome con sus armas.

Jackson se levantó de golpe apuntando a los hombres, ¿Cómo coño tenían pistolas?

Aaron disparó la pistola dándole en el pecho a Brug, este callo inconsciente, segundos después el hombre había corrido con los otros hombre, pero las sirenas de las patrullas comenzaron a escucharse al cabo de dos minutos la policía de Rusbeeld Hills comenzó una persecución en contra de Aaron

Lidia corrió hacia Jackson y lo cargo con dificultad, la herida de la pelirroja comenzaba a desprender más sangre.

-¿Que paso? Dios me duele la cabeza - protestó Jack-

Al ver a Jackson tirado a otro todo golpeado y segundos atrás, ser empujado por Lidia, me arrepentí rotundamente de estar aquí, cuando llegaron los policías a la escena del crimen y comenzaron una persecución contra Aarón Cruz, decidí alejarme y regresar a casa, ese era mi único deseo del momento, ver a Roguert mientras me regaña y hablar con mi hermano de cosas triviales y preguntarle, cómo van sus avances periodísticos.

Iba retrocediendo cuando un grito inundó mis oídos

Dos enmascarados llegaron hasta la escena, uno de ellos tenía una capucha roja, era un hombre mayor y el otro iba de azul, a diferencia del otro, él tenía una máscara, un tercer sujeto apareció este iba de dorado y con una máscara que dejaba al descubierto sus labios y parte de su barba , y el de rojo solo me miro con una sonrisa ladeada.

La de rojo apuntó a mi dirección con una flecha, atravesando mi garganta

Lo último que escuche fue el estrepitoso grito de Jackson gritando mi nombre

- Camille - la voz de Jackson retumbó por todo el lugar, haciéndome reaccionar, en cámara lenta vi caer a Lidia, mientras que la sangre brotaba de su cuerpo.

Lo poco que dure inconsciente observe cómo el hombre de azul enterró una jeringa en el hombro de Jackson y como el de dorado cargaba a Lidia sin esfuerzo alguno.

Mi vida se fue al caño tratando de salvar otra.

A partir de ahí todo fue negro y la vida dejó de ser vida para mi.

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