Fransua se queda mirando fijamente a Anna, luego sonriendo le dice.
_¡Wow! Definitivamente eres el tipo de mujer que me fascina, lástima que hayas preferido a mi hijo.
_¿Cómo puede decirme algo así? Soy la esposa de su hijo.
_¿Y? Eso no me impide decirte lo que pienso, aún la propuesta está vigente, me encantaría que seas mi amante, Anna yo puedo darte el cielo y las estrellas.
_¡Esto es increíble! Si no lo estuviera escuchando con mis propios oídos no lo creería, a pesar que acabo de casarme con su hijo, usted sigue insistiendo con que sea su amante ¿No le importa su hijo?.
_En está vida se debe luchar por lo que se quiere, salga quien salga lastimado_Le responde Fransua a Anna con tanta frialdad, que ella pudo sentir el frío de sus palabras.
En ese momento, ella recordó todo lo que él le había hecho a sus padres, y al escucharlo hablar así, se dio cuenta de que nunca había sentido ningún remordimiento, lo que la lleno de rabia y más odio.
_Váyase de aquí señor Colkins, váyase ahor