Llegué a casa y mi cara estaba destrozada, que podía hacer, cuatro basuras contra yo solo, pero logré romperles el culo, pero no pude salir ileso. Me dejé llevar por la ira y por lo que había dicho por ese maldito. Mi puño pudo saborear su rostro muy bien.
—Hermano, tenemos un problema —Llamé a mi hermano, ya estaba en mi casa curándome las heridas.
—¿Que le sucedió a Fresita? —preguntó mi hermano por su Audi rojo.
—Nada, a mí me pasó algo.
Escuché la risa de mi hermano, ya sabía de lo que estaba hablando.
—¿Cuándo será el día que puedas resistirte a las peleas?
Me puse el hielo en mi ojo derecho, mi labio seguía sangrando y toda mi cara estaba que ardía. Esos hijos de p**a sólo apuntaban a mi rostro.
—Pasa que era el ex de Rose y además la llamó perra, ¿Cómo no iba a golpearlos?
Me saque el hielo del ojo y dejé que descansará un poco.
—¿Espera, es Rose a la que harás tu novia? —preguntó.
—Sí ¿No te lo d
Holaa, cada vez más cerca del final. Gracias por leer.