Angelina bajaba las escaleras para atender la llamada, el aire de esa noche era envolvente, cálido y sutil.
Descolgando el teléfono su rostro se ilumino de alegría al escuchar la voz al otro lado de la línea.
-Mi niña, que bueno saludarte-.
-Licha, que vacaciones tan estupendas, me imagino lo feliz que estas-.
-Oh, sí querida unas vacaciones a todo dar, estaré en unas dos semanas, espero que no te esté afectando el trabajo-.
-Para nada querida nana, disfruta de todo, sé que estas divirtiéndote tengo que contarte algo muy importante, es mejor que tomes asiento-.
-Bien ahora estoy cómodamente, dime cariño-.
- Jake me pidió matrimonio-. Estoy feliz nana querida-.
-Ay mi niña-. Me ha dado un soponcio, -Jake es un buen chico, pero mira que tienes toda esa camada de lobos rondándote-.
-Si Licha lo