—¡Tus honorarios de este mes estarán deducidos como un escarmiento! —dijo la secretaria de rostro redondo mientras se retiraba.
—¡Vaya, con qué aire de suficiencia! ¡Solo por haber ascendido a secretaria general, ya se cree todo un personaje importante! —dijo con desdén la mujer que se había disculpado antes.
—Sí, ¡apenas lleva aquí un tiempo y ya quiere tener más experiencia que nosotras! Si no fuera porque Miguel le dio un ascenso a la fuerza, cómo podría obtener este puesto? —añadió otra mujer, apoyándola.
—Baja la voz, tal vez tenga alguna relación con Miguel —susurró la mujer, bajando la voz—. Dicen que un día fue a recoger unos documentos a recepción y Miguel casualmente la vio, y le dio una tarea que, al completarla, la ascendieron en unos días...
Las dos mujeres se fueron cuchicheando y rumoreando hacia el baño.
Bella apretó los puños con fuerza.
Así que por eso Pedro había accedido tan rápidamente a firmar los papeles del divorcio.
Al parecer, ya había planeado de antemano que