"¿Te vas mañana?". Deirdre volvió de golpe a la realidad y su agarre se tensó ligeramente. "¿Tan pronto?".
"No es pronto. Ya me he quedado dos semanas. No te preocupes, volveré cuando termine mi tratamiento". Maeve acarició el rostro de Deirdre y dijo sonriendo: "Espero que cuando vuelva, Brendan y tú me den nietos para que pueda adorarlos".
A Deirdre se le crisparon los labios y sintió que el corazón se le estrujaba de dolor y amargura. Quería decirle: 'Se suponía que ibas a tener un nieto, pero Brendan se lo arrebató cruelmente porque su existencia iba en contra de sus deseos'.
"¿A qué hora partirás mañana?".
"Por la mañana, a eso de las diez, supongo. ¿Te gustaría despedirme?".
"¡Por supuesto!". Deirdre reprimió las ganas de llorar. "No sé cuándo volveré a verte. Madre, cuídate mucho y vuelve pronto".
Maeve abrazó a Deirdre con una mirada lúgubre. De vez en cuando pensaba en lo estupendo que sería que Deirdre fuera su hija biológica, ya que su verdadera hija era una decepción.