Las puertas de la oficina se abren de par en par y tras ella aparecen Bella y Alessa, con unas bolsas y cajas cuadradas en las manos.
Tendré que hablar con Margot seriamente. No puede permitir que irrumpan en mi territorio cada vez que les dé la gana y sin ser avisado.
Dejo unos papeles sobre la mesa, y las observo acercarse. Dirijo mi ira a Bella, ella es la adulta y la causante de todos mis males últimamente.
- ¿Qué hacen aquí? ¿Quién te crees que eres para entrar en mi oficina de esta forma? ¿Qué quieres?
- ¨Hola Bella. Hola Alessa¨. – dice ella agravando la voz imitándome. - ¨ ¿Cómo estás? ¨ ¨Muy bien, hemos pasado un día genial, gracias por preguntar¨. – continúa imitando las dos voces e inventando una hipotética conversación de saludo.
Ruedo los ojos, ante su patética actuación. Y la niña ríe a carcajadas.
- ¿Qué hacen aquí? – pregunto nuevamente.
Ella no responde, simplemente deposita las bolsas y las cajas sobre los contratos q