Bella suelta el aire que estaba conteniendo, su pecho sube y baja al igual que el mío. Siento su pulso radial latiendo frenético, al tener sus manos entre las mías. Traga saliva con fuerza, mil emociones reflejadas en su rostro.
- Si me odias tanto, y te molesta lo que puedas sentir por mí, ¿qué haces aquí? Podrías deshacerte de mí fácilmente, e incluso sacarme de tu piso. ¿qué te lo impide, Luke? – siento rabia en sus palabras, mezcladas con esperanza y yo sé que, llegados a este punto, no hay vuelta atrás.
- ¿Crees que no lo he intentado? – le pregunto soltando sus manos y dando un trago de mi bebida. Bella me observa esperando a que diga algo más. – He pensado en millones de formas de sacarte de una vez por todas de mi vida. Podría comprarte una casa, poner una cuenta a tu nombre para que no pases necesidades mientras encuentras un trabajo. Podría desentenderme de ti sin sentir ningún tipo de remordimiento. Lo he intentado, pecosa, ¡pero no puedo! De solo pensar