El taxi que Trice pidió hace unos minutos, nos espera en la entrada del edificio. Ella se ve despampanante. Va vestida con un vestido rojo sencillo y corto, con escote en forma de corazón. Su cabello pelirrojo se encuentra rizado en un moño alto con algunos mochones sueltos. Está maquillada a la perfección, con un labial rojo intenso y máscara de pestañas. Sus zapatos de tacón negro la hacen al menos cinco centímetros más alta.
Yo, en cambio, decidí usar un pantalón de tela holgado y alto, junto a un pulóver manga larga, un abrigo negro con gorro y zapatillas. Mi cabello es otro tema, está demasiado largo, por lo que simplemente lo recogí con una goma en la nuca.
Trice conversa con el portero y sonríe por algo que él le comenta, hasta que sus ojos caen en mí y le cambia la expresión.
- Siento la tardanza – me excuso.
- ¿No pensarás salir así verdad? – me mira con desagrado. Es verdad que no luzco tan elegante como ella, pero yo al menos estoy cómoda. Tr