Al llegar al ático, vamos hacia la habitación de Alessa y nos acostamos con ella entre nosotros. Nos permitimos estar juntos y en silencio unos minutos.
En cuanto la niña se duerme, Luke me carga en brazos y me lleva a su habitación, cerrando la puerta y depositándome sobre la cama. Se sienta en el centro y me lleva a su regazo. Acaricia mi rostro mientras sus ojos caen en los míos con demasiada intensidad.
- Te necesito, Malcriada. – susurra en mi oído.
Se me acelera el pulso, el corazón va a escapárseme del pecho.
- Yo también a ti, maldito idiota. – le digo antes de depositar mis labios en los suyos en un beso pausado.
Luke muerde mi labio inferior y lo estira entre sus dientes, amo que haga eso, es su forma de demostrarme que mi boca es solo suya. Aparta sus labios de los míos solo un segundo para suspirar, y luego pasa su lengua por mi cuello, mi mentón y hace su camino de regreso a mis labios. Con mis manos desabotono su camisa, tománd