Capítulo 4
Reunión
-¿En qué tanto piensas muñeco? Ya es hora de irnos –Dijo Gloria alzándolo.
-Ah perdóname, se me fue la noción del tiempo.
-¿Iremos con Julio?
-Sí, iremos un rato.
-Perfecto. Deberíamos llamarle para ver si necesita algo ¿no crees?
-No, hay que llegar, finalmente si necesitan algo, hay una tienda muy cerca de su casa.
Héctor caminó al limité de la acera y levantó la mano para detener un taxi.
-¿Para dónde van joven?
-Tlatelolco.
-Muy bien, súbanse.
Abrió la puerta para que Gloria pudiera entrar primero y seguidamente el tomo asiento.
-¿Saliendo del trabajo? –preguntó el taxista.
-Sí, ya por fin.
-No queda de otra en estos días, con la bola de rateros que tenemos en el gobierno y que no