Capítulo 5
Gloria
La luz del alba tocaba la ventana de Héctor a la vez que su alarma sonaba.
-Ya era hora ¿no crees? –expreso Muerte.
-¿Tu no duermes? ¿O descansas de alguna forma?
-Mi cuerpo no lo necesita.
-¿No necesitas nada?
-No, mi cuerpo no sufre de esas sensaciones Solo existo con un propósito y nada más es requerido de mí.
-Eso debe de ser triste ¿no?
-¿Por qué debería serlo? Podría sentirlos si quisiera, pero no veo cual sería el propósito.
-¿Podrías?
-No hay ninguna regla que lo prohíba, siempre y cuando siga cumpliendo con mi trabajo.
-Tal vez deberías probarlo alguna vez. Estoy cansado, no quisiera ir a trabajar, todo por desvelarme ayer.
-Cada vez llaman más mi atención, son seres tristes.
-No te entiendo.
-Ay