La mañana estaba brillante cuando Philip salió de la casa, ya vestido para el trabajo. Faye lo siguió hasta el coche.
Qué vas a hacer hoy preguntó Philip mientras le sonreía.
Revisar la lista de accionistas respondió Faye suavemente.
Eres tan ocupada dijo él, negando con la cabeza. Nunca descansas.
Tú tampoco respondió Faye con una sonrisa ligera. Pensé que no empezabas en Becker Group hasta la próxima semana.
Philip se rió. Sí, solo tengo algo que arreglar antes.
Somos muy parecidos dijo ella.
Lo sé respondió él mirándola con cariño. Ambos sonrieron. Philip se inclinó y le dio un beso en la mejilla, luego se dio la vuelta hacia el coche. Pero después de unos pasos se detuvo volvió y esta vez le dio un beso de verdad lento y cálido.
Ahora estoy de mejor humor dijo sonriendo mientras subía al coche.
Faye lo miró alejarse y le dijo adiós moviendo la mano.
En otro lugar la pesada puerta de una prisión se abrió con un fuerte sonido. Un grupo de hombres salió a la luz del sol entrecerrando