Eva no pudo más con el cansancio en su cuerpo, el sedante aun surtía efecto, durmió todo el viaje que no fue corto, Jadhiel la tomo en brazos entrando a la mansión siendo vistos por todos los empleados que quedaron atónitos al verlos
—No tienen nada más que hacer que seguir mirando, pueden pasar por el despacho y dejar su carta de renuncia si ese es el caso
Todos los empleados se movieron al instante, Eva seguía profundamente dormida, la acostó en su cama suavemente, mientras él se sentaba en el balcón a fumar y beber como lo había hecho desde que ella se fue
—¿Dónde estoy?
—Despertaste
Jadhiel se acercó con un poco de agua para ella, Eva lo tomo a grandes sorbos, sentía la garganta seca, mientras observaba la apariencia desaliñada de Jadhiel, muy pocas veces en su vida pasada lo vio así, aunque en este nueva vida muchas cosas han cambiado
—¿Que hago aquí? Está no es mi casa Jadhiel creo que teníamos un trato ¿Cierto?
—Lo siento, sé que tenemos un trato, pero por ahora no v