VILKANK
-Eso fue dulce y maravilloso- dijo ella sin aliento y sus mejillas ruborizadas.
-Todavía no termina- afirmó él con algo de vergüenza sabiendo que su cuerpo todavía seguía llenándola.
-Puedo sentirlo- afirmó ella con simpleza apresándolo con sus piernas.
-Supongo que es un efecto de la inyección- comentó él.
Alisa solo lo besó antes de abrazarlo con suavidad. Se quedaron de ese modo hasta que sus cuerpos se separaron cansados y sin energía.
-Creo que los hombres Prometius están hechos para los hijos- comentó ella con algo de risa -mucho más que los humanos.
-¿No es normal para los machos humanos una mayor producción de semilla cuando desean tener hijos?- Preguntó él genuinamente curioso.
-No, así no funciona- negó ella con una sonrisa -los