ALISA
-¿Quién eres?- Exigió ella -¿y cómo nos encontraste?
La mujer la miró con molestia sin decir una palabra.
-Es mejor que empieces a hablar- amenazó Tiana acercándose con una mirada aterradora -o me encargaré de hacerte hablar y créeme, no te gustará.
Fue entonces que la expresión de la mujer cambió. La preocupación la cubrió como agua helada.
-Mi nombre es Virginia Cortés- informó la mujer -y vine aquí buscando una ubicación.
-La científica- dijo ella recordando el nombre -eres tú con quien estuve hablando.
Virginia pareció sorprendida hasta que sus ojos se abrieron con reconocimiento.
-¿Eres Alisa?- Preguntó pareciendo bastante interesada.
-Sí, soy yo- admitió ella para molestia de Tiana.
-No deber&iacut