Craig la acompañó a su coche cuando terminó el almuerzo, aunque ella le había dicho que no lo hiciera, él había insistido, afirmando ser un verdadero caballero.
—Entonces, ¿cuándo volveré a verte?— Preguntó casualmente cuando habían llegado a su auto. Sasha se volvió hacia él a la velocidad del rayo.
—¿Me verás de nuevo?
—Por supuesto. No esperas que este sea el último, ¿verdad?— Sasha suspiró.
—Craig, por favor, no puedo estar haciendo esto.
—¿Haciendo qué?