Narrado por Aldara
El silencio que quedó después de la partida de Kael era tan profundo que me dolía. Estaba atrapada entre el horror de las revelaciones y la necesidad de aferrarme a lo que había conocido hasta ahora. Todo lo que creía saber sobre mí misma había quedado destrozado por las palabras de ese hombre, un desconocido con demasiados secretos que me perseguían. La verdad no era algo que pudiera ignorar.
Sentí el peso de la mirada de Ragnar, pero no me atrevía a mirarlo directamente. La confusión y el miedo me habían nublado, y por un momento, pensé que podía quedarme allí, quieta, esperando que todo volviera a ser como antes. Pero la realidad era que nada volvería a ser lo mismo.
—Aldara... —La voz de Ragnar cortó el aire, tensa y baja, como si intentara no romperme con cada palabra. Sus ojos brillaban con una preocupación que no se había visto antes. Pero también había algo más... algo que no lograba identificar. Era como si sus propios demonios estuvieran a punto de salir a