Narrador Omsniciente
Antes del mediodía se marcharon a la que sería la nueva residencia de Arizona. Se despidió secamente de su padre y bajo sin hablar hasta el coche de su esposo. Se cohibió de preguntar a donde irían, ya que no estaba de humor para escuchar una posible respuesta sarcástica y de mal gusto de parte del adorable y antipático comandante.
Tan solo se sentó en el asiento del copiloto de el Chevrolet Corvette de Jack y observó como los paisajes desaparecían fugazmente de su vista por la velocidad en que él mantenía la marcha. Aquel coche era igual que su dueño, fuerte, controlado, misterioso y potente.
Ya cerca de la frontera mágica el coche aminoró la marcha, habían llegado al destino. Se trataba de una finca un poco alejada del centro de la ciudad. Estab