Sin importar cómo jugaba sus cartas, ¡su actitud me dejó sin saber cómo proceder!
¡Me vi obligada a tomar un sorbo de café!
¡Mientras esperaba su siguiente movimiento!
Efectivamente, abrió la boca y dijo: —Gerente Lara, no es necesario ser demasiado distante en la conversación. ¡Eso sería un poco rechazante! Ya que vine a su empresa para discutir una colaboración, ¡tengo la confianza suficiente para presentar proyectos colaborativos!
Sus palabras me sorprendieron, sonaban un poco arrogantes.
Sonrío, dejé la taza y me relajé completamente: —Entonces, señor Serrano, por favor, cuénteme sobre el proyecto en el que desea colaborar.
—Esta vez, vine a hablar con la gerente Lara. Que si obtengo un proyecto o terreno, quiero desarrollarlo de manera independiente. ¿Podría su empresa, gerente Lara, encargarse del diseño y la construcción?
Su tono denotaba confianza: —Como usted sabrá, acabo de regresar a la ciudad Fluvial. Puedo decir que estoy pasando por momentos difíciles. Una vez que tenga u