Como era de esperar, Hernán regresó rápidamente a la oficina. Me vio sonriendo tranquilamente y me preguntó directamente —¿Víctor te llamó? ¿A dónde fuiste temprano en la mañana?
—Sí, me llamó. Dijo que venías a trabajar, me sorprendió un poco ya que no me lo mencionaste ayer —colgó su abrigo y lo acomodó antes de mirarme—. Me fui a ver una obra en construcción.
—Fue una decisión de último momento. Después de dejar a Dulcita en la guardería, me di cuenta de que tenía tiempo libre.
Se acercó y se sentó a mi lado, me miró y dijo —Cuando regresé, pensé en esto. Si insistes en trabajar, ¿por qué no vas al Departamento de Operaciones? Creo que sería adecuado para ti. Tiene un horario relajado y sin mucha presión. Además, podrías supervisar mejor nuestros asuntos.
—No, iré al Departamento de Mercadotecnia. Eso es lo que mejor se me da. —rechacé su propuesta y expresé directamente mi opinión, mostrando cierto grado de terquedad.
Claro que entendía lo que Hernán tenía en mente al sugerir que m