Le dolía la cabeza y se sentía ligeramente mareada, con cuidado se movió y noto que podía sentarse, al afocar bien su mirada vio que estaba en el suelo y una de sus piernas estaba encadenada a la pared, al mirar atentamente vio que estaba sola en ese lugar y ese lugar solo poseía una puerta y una ventana, la cual tenía barrotes.

- Pero… ¿dónde estoy? – preguntó mientras sujetaba su cabeza y en eso recordó lo que habia ocurrido por lo que se asustó al pensar que dejo sola a Valentina así que busco colocarse de pie para tartar de llegar a esa puerta, pero la cadena no la dejo acercarse a la puerta.

En eso ella noto que no estaba sola ya que se podía escuchar la discusión de varias personas a los lejos, por lo que busco prestar atención a lo que decían, tratando de obtener alguna pista de su ubicación o la identidad de sus captores.

- ¡ESPEREN Y A MI DE QUE ME SIRVE ESA VIEJA! – se escuchaba los gritos de una mujer.

- Amber en serio ¡ya cállate! ya me está cansando escuchar tus gritos –