Lisa estaba tomando un trago de wiski en esos momentos, ya que aun trataba de asimilar toda esa información que obtuvo de la plática con esa mujer.

Al principio creyó que era una broma, pero conforme más escuchaba y miraba las pruebas se puso nerviosa, es decir, de pies a cabeza era una mujer de la calle que se prostituía por unos centavos para comprar drogas… jamás se imaginó que realmente ella fuera alguien importante e influyente de la sociedad, pero si jugaba bien sus cartas podría dejar de trabajar, vivir la vida sin preocupaciones y lo más importante no dependería de algún hombre o fortuna familiar para vivir como deseaba porque con ese favor obtendría eso y más.

Todo eso sonaba fantástico, el problema es que la condición para obtener esa gran recompensa existía un pero, porque eso no era tan fácil porque le dijo la verdad toda la Víctor y no dudaba que se la hubiera contado a ella.

- Supongo que solo queda la opción B: secuestrar a mi seguro de vida – susurró para si tras llega