- ¿Despedido? ¿Pero como asi? Trabajas allí toda tu vida. Él... Él no puede hacer eso. – Estaba incrédulo.
- Mi sueldo empezó a retrasarse en los últimos meses...
- ¿Demora? ¿Por qué no me dijiste nada? – Yuna la miró seriamente.
- No quería preocuparte, hija mía. Sin mencionar que ya me querías fuera de allí.
- Yuna solo estaba preocupada por ti, Min-ji . Mi padre es el tipo de hombre que no tiene escrúpulos. No puedo entender qué la hizo quedarse allí por tanto tiempo.
- Tú... y Calissa.
- ¿Cómo reaccionó mi madre a todo: el programa de televisión, su renuncia... O mejor dicho, mi madre “reaccionó” o simplemente ignoró la verdad?
- Calissa es una buena persona, Sabrina.
- No puedo aceptar su pasividad frente a todo lo que hace mi padre.
- Trató de impugnar mi partida.
- Pero preferiste quedarte ahí, con él... Como siempre.
- No juzgues, querida... Tampoco es fácil para ella.
- ¿Cómo no juzgar, Min? Es inaceptable su forma de actuar, como si nada pudiera sacudirla.
- Tengo miedo de l