— No puedes entrar en mi sala sin avisarme anticipadamente y tampoco puedes llevarme a la fuerza a la tuya o a cualquier otra parte. — Musitó Ariel, quería garantizar que Levy no la obligara a estar con él de nuevo.
— En eso estoy de acuerdo, aunque tenga alguna necesidad, no te molestaré a ti y a mi hijo, después de todo ya tengo opciones — Levy dijo esto a propósito, quería hacerla molestar también y ver si ella se ponía celosa y envidiosa a pesar de que él no iba a tener una relación sexual con Violeta.
A Ariel se le revolvió el corazón y el estómago de asco ante esas palabras, a estas alturas delante de su padre, ¿Levy tenía el descaro de mencionar a esa perra provocadora? No pudo contener sus náuseas y vomitó sobre los zapatos de Levy.
Levy frunció el ceño disgustado e inmediatamente hizo venir a alguien para limpiar el vómito y cambiarle los zapatos, sigue obstinado en su creencia de que su mujer está utilizando tácticas de m****a para vengarse de él.
E incluso Dominic n