Punto de vista de Cercei
Abrí los ojos con asombro cuando la tía Melanie me presentó un objeto cuadrado y brillante. ¿Podía ser? ¿Era en serio lo que creía?
—Quiero que tengas esto —dijo suavemente mientras colocaba el teléfono en mis manos.
—Tía… —murmuré, cautivada por su encanto, pero me costaba aceptar más regalos. Ya nos había dado demasiado.
—Cercei, necesitas esto. Hoy en día, la comunicación es fundamental, sobre todo ahora que ya no estás en la mansión. Además, es importante para tu seguridad —dijo, apretando mi mano y dejando el dispositivo en mis palmas.
—Ya nos diste más de lo que imaginamos.
—Por todos los años que nos perdimos, esto no es nada —respondió con una sonrisa. La abracé con fuerza, agradecida por todo lo que había hecho por mí desde que llegamos aquí. Siempre habíamos sido solo Mamà, Papà y yo, y cuando él murió, sentí que solo nos quedábamos ella y yo en el mundo.
Nunca me consideré materialista, pero estos regalos tenían un gran valor emocional. La tía Melan