Me sacudí los pensamientos. No me haría ningún bien llorar delante de Declan y de un hombre al que acababa de conocer. Jacob desapareció por la puerta principal y volvió a aparecer con un par de cajas en la mano. Las cargó como si no pesaran nada.
"¿Dónde quieres que las ponga?", preguntó.
"El salón