CAP 40. ¿DÓNDE ESTÁS?
ALESSANDRO.
El tiempo corre demasiado lento, los minutos pasan como horas y yo solo quiero llegar rápido a ese lugar.
No viajo solo, conmigo viaja un equipo grande de seguridad privada que contraté. Va a ser complicado buscarla en un país un poco desconocido para nosotros; por ello, con ayuda de uno de mis hermanos contacté a un grupo de búsqueda de ese País.
El camino se me hace eterno, llevo horas montado en un avión preguntándome dónde puede estar.
Abbygail suele ser terca en ocasiones y sé que no es su culpa, pero no debío haber salido sola teniendo en cuenta que nunca en su vida había estado en ese sitio.
El avión aterriza y soy el primero en bajar, no tengo tiempo que perder. No me tomé ni siqueira el tiempo de hacer una maleta, todo lo que hice fue correr a que prepararán el avión y salir sin importar nada.
Entro al hotel que está al lado del la clínica privada en donde están atendiendo a mi hija.
La habitación de Abbygail está perfectamente arreglada, como siempre suele